Después del COVID19
Ahora que estamos saliendo de la pesadilla que ha representado esta pandemia llega el momento de que los europeos nos planteemos algunos temas relacionados con la contaminación ambiental y nuestra seguridad alimentaria.
Todos estamos encantados con la imágenes que nos muestran el resurgimiento de la naturaleza durante las últimas semanas debido, además de a la menor presencia humana, a la disminución de la contaminación ambiental. Uno de los factores que han reducido en mayor medida la contaminación es la disminución del transporte de mercancías.
De esta forma vemos que la preferencia por consumir alimentos elaborados en nuestro continente, es relevante para la disminución de la contaminación. Aunque esto ya era conocido, las semanas de confinamiento nos deben servir para reflexionar sobre la importancia que tiene, pensando en mantener la salud de nuestro planeta.
Por otra parte, en la medida en que Europa dependa menos de la importación de alimentos, aumentaremos nuestra seguridad alimentaria. Para lograr ese aumento también debemos dar prioridad al consumo de alimentos producidos en Europa.
La producción y consumo de productos ecológicos, aparte de sus bondades intrínsecas, también contribuye a mejorar la seguridad alimentaria al acortar y simplificar las cadenas de suministro. Es mayor el riesgo de que se produzca escasez de un fertilizante o insecticida químico que el de que escaseen los productos naturales que usan los agricultores dedicados a la producción ecológica para fertilizar el suelo o para el control de plagas.
En conclusión, debemos tomar conciencia de que en Europa debemos consumir nuestros productos, aunque ello implique pagarlos un poco mas caros.